El pasado sábado 28 de mayo, el grupo
celebró su quinto aniversario, que tuvo como escenario la plaza monumental
Vicente Segura, de la capital hidalguense, con un entrenamiento a puertas
abiertas, que a la postre fue una gran fiesta de pegas, donde también participaron
otros grupos hermanos del estado: el de los hidalguenses y el de los amadores
de Hidalgo, a invitación expresa.
Hubo cierta concurrencia en el
tendido, de familiares y amigos, así como de varios aficionados que son los que
no faltan a la plaza.
Las vacas procedieron de la ganadería
de Servando Paredes, ubicada en el municipio de Santiago Tezontlale y fundada
hace cincuenta años por don Prudencio Paredes, con reses de la región así como
también con vacas de San Martín, que sin duda algunos de los ejemplares tenían
el tipo de su origen y que permitieron en general que los forcados lucieran,
porque para los de a caballo como para los de a pie, por momentos les hicieron
sudar la ropa.
El primer ejemplar lo lidiaron por
colleras los rejoneadores hidalguenses Miguel Ángel Vila y Julián Viveros, que
montando a “Conquistador” y a “Beato” respectivamente, quienes aceptaron
también la invitación y acudieron de manera desinteresada a esta cita. Estuvieron
voluntariosos en su desempeño, frente a un animal que tuvo nobleza y temple, y
con el que protagonizaron cerca de ocho pegas repartidas entre los tres grupos.
La segunda vaca tenía lo que se dice
coloquialmente “leña” en la cabeza, y también, complicaciones por dentro, por
lo que el novillero Manolo Roldán sacó su conocimiento y experiencia para poder
estar a la altura de las circunstancias, salvándose de varios achuchones. La
lidió bien y le robó pases al animal, haciéndose aplaudir con fuerza. También
participó su colega Víctor Gallardo, que al intentar torear con la mano
derecha, la vaca le propinó fuerte golpe en la boca. Los forcados pegaron hasta
en siete ocasiones al animal, en el que tanto los ya experimentados como los
nuevos de los diferentes grupos, se midieron frente a un ejemplar de poder, y
que cabe decir, en la primera pega el animal se encontraba en puntas, pues
resultaba complicado ponerle protecciones en los pitones desde antes, siendo
así muy ovacionados.
Y en el tercer ejemplar también
salieron los rejoneadores hidalguenses, donde lució Julián en la suerte del
pitón contrario, interviniendo también el becerrista Ernesto Romero “El
Espontáneo”, alumno de la Escuela Taurina “Jorge Gutiérrez”, quien pese a su
incipiente trayectoria, estuvo firme y con buen valor, intentando sacarle
algunos pases a un ejemplar muy cornalón, que no era fácil y que exigía de
saberla lidiar. Aquí la forcado Itzel Baltazar protagonizó una de las pegas más
emotivas de la tarde, ya que citó de largo, con las ayudas largas también, y
que pese al fuerte encuentro en el primer intento y quedar maltrecha, se repuso
y le fue a un segundo intento con mucho mérito, siendo muy aplaudida y
reconocida tras consumar la pega.
Al final de este entrenamiento
público, fueron muy aplaudidos todos los participantes, afianzando la
camaradería y hermandad estos tres grupos de Hidalgo, en un ambiente de
competencia sana.
Gracias a todos quienes nos han
apoyado.